El estudiar el surgimiento y cómo se configuró el Movimiento Estudiantil del 89 puede ayudar a entender cómo y porqué se están configurando los movimientos estudiantiles en la actualidad y qué factores permitirían que se consolidaran o que al igual que el caso de análisis se desvaneciera.
El Movimiento del 89 surgió en un contexto de violencia con el asesinato del candidato a la presidencia Luis Carlos Galán. Así mismo, con la victoria del No en el plebiscito por la paz el 2 de octubre de 2016, la incertidumbre política y las reacciones en contra del resultado se tomaron las redes sociales, que se consolidaron como el nuevo escenario desde donde un grupo de universitarios canalizó todo ese enfado y frustración en torno al movimiento estudiantil que desde las movilizaciones de 2011 estaba aplacado y disperso (Revista Semana, 2017).
La acción colectiva se dio por estudiantes de universidades públicas y privadas de Bogotá, como la Nacional y los Andes, convocaron multitudinarias marchas que lograron unir a más de 50.000 ciudadanos en la Plaza de Bolívar bajo un mismo lema: “Queremos la paz”. Esta acción colectiva no puede definirse aún como un movimiento social, porque no tiene un grado de institucionalización y existen distintos grupos aislados conformados por estudiantes que buscan la construcción social pero que no se han visto unidos por esta reivindicación.
Es entonces importante tener en cuenta que las estructuras del Estado crean oportunidades estables que cambian y en esta medida se debe tener un conocimiento profundo y un nivel de institucionalización para las reivindicaciones. Así mismo, hay que tener en cuenta que las élites políticas, es decir, los gobernantes, senadores y demás, no responden a las exigencias de cualquier grupo, movimiento o individuo, sino al grado de turbulencia generado y a las demandas planteadas por elites y grupos de opinión que pueden no corresponderse con las exigencias planteadas por aquellos a quienes dicen representar” (Tarrow 2007: 61)
Tomado de: Presidencia de la República
Esta marcha por la paz logró una reivindicación importante, la firma del acuerdo. No obstante, para que esta acción colectiva se consolide son necesarios recursos externos, las redes sociales en las que tiene lugar la acción colectiva y los símbolos culturales e ideológicos que la enmarcan . Además, las oportunidades, los repertorios, las redes y los marcos son los materiales con los que se construye el movimiento” (Tarrow 2007: 48-49). Además de la consolidación del movimiento como algo oficial, las alianzas con políticos y demás organizaciones son esenciales para la continuidad de la movilización.