La primera diferencia es que, en el caso de Movice este tiene una agenda limitada al reconocimiento de víctimas causadas por el Estado. Mientras que la agenda del Movimiento Estudiantil del 89 contaba con diversos puntos, como lo era el reconocimiento de los diferentes mecanismos de participación ciudadana, la pluralidad de la nación y la modernización de las estructuras estatales.
Otro punto es que el Movice busca el reconocimiento de la responsabilidad estatal en la comisión de crímenes y su consecuente obligación al garantizar los derechos anteriormente mencionados (verdad, reparación, etc.) mientras que el movimiento estudiantil no estaba buscando condenar puntualmente a nadie, este en realidad lo que buscaba era mostrar que se tenía un problema causado por una estructura arcaica, y que gracias a eso es que las violencia y la corrupción estaba dominando al país, por tal motivo era necesario hacer u cambio por canales no conocidos y legales, sin generar aún más violencia. (De la calle, H. En Torres, M.L, 2010, p.117)
Ambos movimientos encontraron una serie de oportunidades a nivel político que permitieron la movilización como se evidenció en su surgimiento. Sin embargo, solo una logró trascender más allá de la movilización inicial, el Movice. Esto porque lograron consolidar un problema de tipo social y coordinar, mantener y dotar de significado la acción colectiva (Tarrow, 2007, p. 47). Lograron explotar recursos externos, como las alianzas con distintas organizaciones de derechos humanos, con medios de comunicación, en resumen redes sociales, para mantener la acción colectiva.