El Movice mantiene su línea con las reivindicaciones con las que surgió, el reconocimiento del Estado de sus crímenes. Sin embargo, este movimiento ha presentado gran adaptabilidad a lo largo de los años. Sus reivindicaciones también se encuentran enmarcadas por la búsqueda de la terminación del conflicto sin dejar de lado su identidad, como víctimas de crímenes de Estado.
Sus reivindicaciones respecto al proceso buscan la no inclusión de los crímenes de Estado en el proceso de paz, y actualmente en la JEP. Esto porque va en contravía de sus intereses. Sin embargo, reconocen la importancia de la terminación del conflicto y acuden permanentemente a sus recursos externos para tener un grado de representación en el proceso.
Tomado del canal de Youtube de Movice
Para el Movice el inicio de la paz implica, además, que se reconozca la existencia de víctimas de crímenes de Estado, se desmonten los grupos paramilitares que, en alianza con el Estado, propiciaron prácticas violentas, masivas, sistemáticas y generalizadas contra sectores del movimiento social, sindical, estudiantil y de derechos humanos (Movice, 2015).
El MOVICE invitó al movimiento social a respaldar masivamente el SÍ en el plebiscito, como refrendación legítima de los acuerdos, y a defender la solución política como el único camino posible para resolver el conflicto armado. Sumado a esto, participan activamente en los diferentes mecanismos del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición (SIVJRGNR) en los que se espera reconozcan los derechos de las víctimas de crímenes de Estado, como contribución a la verdad y al desmonte de las estructuras políticas, económicas y militares responsables de estos crímenes (Ibíd).
Así mismo, junto con el movimiento social y de derechos humanos efectuarán veeduría y seguimiento en la implementación y el cumplimiento de los acuerdos e impulsarán un gran diálogo nacional donde se pueda discutir de forma amplia y transparente las reformas que se requieren en el sector Defensa y Seguridad en materia de respeto a los derechos humanos; así como la renovación de las instituciones del Estado, que deberán asumir los retos del posconflicto, entre ellos, el impulso de una Fuerza Pública para la paz con garantías de no repetición (Ibíd).